Lanzé una moneda al aire y el viento me devolvió el eco de un murmullo que susurraba muy bajito mi nombre;sí,así considera mi mejor carta hacerme llegar aquello que daba por olvidado.Un café;lluvia;escenario perfecto para dar rienda a mi locura hecha y derecha.
Ni el mejor de los suyos lo hubiera logrado de la manera en la que me otorga esta medio sonrisa,picarona y descarada por mostrar aquello que debería esconder mi alma,mas inevitable es ese instante en el que una sola acción revoluciona todo mi alrededor por completo.
Puso a pensar mi mente cómo sería esa noche,cavilando,rendida al sueño que resiste y hace caso omiso de un discurso basado en el patetismo más desastre por kilómetro cuadrado.
Sonó de nuevo esa conversación:
"Locuras con encanto".Dijo.
"Razón de ser".Replicó.
"¡Sino fuera por la gratitud que has de tener!..., aquel que vista y calze a la antigua ausanza,diría que el castillo de naipes comienza a tambalearse."
"Ni pienses por un instante que remas a deshora".Dijo
"El tiempo es corto..." Contestó.
...Continuará.
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