Carnaval maldito de lecturas que arden por cada poro de una piel impregnada de nostalgias ajenas;esquinas recónditas aguardan el paso de un vendabal bienvenido y añorado por ambas partes del puzzle.
Tiene un castillo a la altura de una sombra que pisa los talones de su propia miseria apunto de perecer en el intento.Quiera o no el sereno pregona la hora de un carrusel abandonado a su suerte,oxidante enfermizo que su mano evita rozar a toda costa para no caer en la trampa.El viejo truco de un papel sin sorpresa no surte efecto en el eco de la voz,hegemonía de un imperio fastuoso.
Supo más el inepto que un imbécil sin carrera de pópulo;puede más la mochila que arrastra el calvario de un corazón malherido antes que la racionalidad de el olvido,intransigente con todas sus consecuencias.
El hilo de la malicia;cose a priori todo aquello que procura saltar al próximo latido que oiga y así subsanarlo.Regresan a la casilla de salida vocablos hasta hoy silenciados por el horror,inmerso en la repugnante tarea de siempre...
Tuerce toda la fuerza posible la cerradura que oculta la cara al sol que menos calienta.
#Ironías...
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