martes, 27 de octubre de 2020

Capítulo 18

 ACTO 18

"MANANTIAL"

En la calle del sol hay un parque donde el vencejo es un invitado de excepción que se quedaría siempre en el centro de la tierra. 

Había tomado la decisión correcta ;en las primeras de cambio decir hasta nunca. Todo pasa por algo y materia de obligado cumplimiento en el sentir debe ser trazar límites. 

Naturaleza al natural;sin extras ni nada que ensucie su belleza ; el canto de los pájaros era su único "problema " por no decir la sombra que le proporcionaba el sauce y el espíritu a su libre albedrío ;campando a sus anchas. 


Al calor de la pequeña gata entre sus brazos no podía sentirse más agusto;era su debilidad ;la fuerza que le impulsaba a seguir adelante y no podía dejar de agradecerle a Dios por su buena compañía. 

Luego estaba su gran amiga;dichararera y con un desparpajo que ya quisiera saber como era ser así casi siempre. Caída del cielo lo era también su musa de la que tanto aprendía e ideas brindaba;fuente de toda sabiduría popular y cultural;fuera de lo común inclusive. 

Para quién quisiera saber si se podría hacer una consulta de cómo ser verdadero y no morir por el postureo tenía las puertas abiertas para que lo comprobase por sí mismo. 

Si le place o no..., cosa suya. Si ya oyó al ruiseñor cantar, entonces algo quedaría por recoger;si sólo con la puesta de sol frente a la marisma no necesitó más que plasmar lo en su corazón, entonces hay algo mejor de lo que creía. 

Enamorada de la vida de su barrio, lleno de alegría y vitalidad;gente que aún es amiga del periódico de papel y su olor, encanto, muy atentamente persiguiendo a los niños con el balón de fútbol improvisado ;sus risas lo decían todo. 

No hace falta ser de oro para poseer la mayor riqueza ;una botella medio llena es mejor que un vaso rebosando... 

Ahí mismo había algo con lo que nunca hubiera contado en el momento indicado para que llegase al escollo... 

Buenas eran las migas que hicieron el virtuosismo y el talento hasta entonces reprimido por la codicia de otros que quisieron hacerle sombra. 


Cuando se fueron los aspavientos mal intencionados y los miedos incentivados, abrió su ventana de par en par para dejar pasar al aire más puro que nunca pudo recibir..., hasta ahora. Y todo regresó a su sitio;se salvó de las aguas bravas, dejando sitio a la nueva era. 


Su nueva y flamante alforja está repleta de dicha, verdad, ilusiones, deseos, perfeccionismo, y ¡tantas cosas que creyó perdidas! La que no podía faltar es su novela preferida y aquel cuaderno en el que anotaba pensamientos e ideas. 

El ave fénix había renacido por fin;su plumaje brillaba de una manera más profunda y especial;su fuego, ardiendo como si no existiera el astro rey;era el único protagonista del mundo. 


Bienvenida sea la generosidad y la entrega que rebosa la vida por la  felicidad de una persona que tiende puentes sin importar la edad, el género o lo que sea ;es un placer traerte a un lugar donde no hay nadie que te reste;aquí se suma y multiplica a partes iguales. 

A la moneda de una sola cara quiso siempre hallar;era algo casi inalcanzable dadas las circunstancias, mas nunca dejó de querer inyectar positividad a su mente distraída para alcanzarle lo antes posible. 


(Sonido de una moneda rodando.) 

ACTO 18.1

"DESCALZADO"

Cada contra que se rifa... La tómbola de la suerte quiso echarla la mano sabionda para que no se enterara de la inocencia de los primeros que adivinaron su historia. 

No se arrienda el cuello de chimenea ni entorpece a la primera cita con la retaila de lenguajes ocultos bajo el pedestal que no le pertenece... 


Zapatos de charol bailando a su favor y así destacar su brillo por encima del resto;todo se enriquece con entusiasmo, día a día y así alimentar a la propia felicidad por su nombre completo y apellidos varios;hasta apodos para rabiar. 

Se seguía preguntando si era un espejismo creado por su inconsciente o si verdaderamente todo era en tiempo real. 

Prefería el arbitraje común y no sacarse el conejo de la chistera sin conjugar bien el conjuro correcto. Todo reconocimiento es poco para la paciente grandilocuencia de la que tanto había oído hablar. 

Se encontró de sopetón con la misma y todo corrió como la pólvora. Luego se fue al jardín para meditar ;todo se llenó de armonía entre la hierba fresca, las flores y unos pies libres de la cabeza... 

Pensante... 

No hay comentarios:

Publicar un comentario