Suspicaz simpleza que roza los límites insospechados para todo aquel que va de paso;compartiendo vivencias y añoranzas encerradas en el cofre maldito.Rabia contenida;acapara todo el público postergado en aquel maltrecho teatro sin telón de por medio que evitase cruce de sandeces ocultas en la incoherencia de un argumento insostenible.
Hace fortuna la verdadera riqueza que aguarda en su interior;después de el silencio, concluye estupefacto al margen de una creencia obsoleta;al borde de el abismo,entre precipicios con ansias de capturar carroña y descuartizarla sin piedad.
La alegría da el paso adelante que necesitaba fervientemente la menor de las perfecciones creadas por el talento sinpar que arrastra tras de sí el germen plantado en el paradisíaco jardín sin número.
Replesalias dantescas
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