jueves, 14 de abril de 2016

Gotea..., llorosa

Pensaba; sumergido en las profundidades de su propia contradicción,que aquel soplo de aire fresco traería consigo vientos nuevos a la vista del contacto;delicatessen.

En sus ojos profundos y risueños que tanto me dicen en silencio...,palidece mi alma.Supieras cuánto desearía entre besos ser un sólo labio mutilado por tal desgarro de libre albedrío no apto para puritanajes varios.Querría  los versos que calan  la pluma de el poeta,mas tiemblan mis ansias inposibilitadas por tu embaucador aroma que pasea por su casa,mi hogar.

Centenarios de solitaria compañía que retiene intacta aquella eterna conversación que modificó el rumbo de un preáumbulo establecido en la capital de los atardeceres a los que no se les llama por su nombre;rastrea la sombra los talones de una crónica anunciada en el antiguo panfleto que encontró días atrás en su antiguo escritorio.

Madame como de costumbre; mi lady en las oportunas ocasiones;y al contrario de lo que todos pudiesen especular,aquel enajenado mental tenía un verdadero diagnóstico encerrado a cal y canto entre cuatro paredes infranqueables por lógica que sólo sabe desmonorarse si ella aparece de sopetón.

Desaparece cualquier rumor de falso aplauso;el sol destella sus deliciadas primaveras en pinceladas acuareladas que emprenden el viaje a un retrato exacto del rocío que discurre por sus hermosas flores a las que canta coplas casi exintiguidas del hilo musical pagano.

Preferible resultado si quiere profanar el sacro templo de la danza, suspirante ante tal acontecimiento que ameniza un canto de sirena,inpasible ante el tiempo.

Postdata:Chiao.

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