Soñolencia entumecida por la confusión recreada en su palabra contra toda lengua viperina vagabundeando por cloacas indispesables para rebuscar el veneno restante a servir por cabeza cortada.
Cobra fuerza la idea de una vida rota basada en destructuraciones anteriores a la última chapuza o metedura de pata reconocida dicho sea de paso.Contiguo al ámbito privativo que aún sigue sin dar su otra mejilla,muestra la cara "agradable" para reservarse el acto final.
El cínico,típicamente falso hipócrita,se rodea de la repugnante calaña,idolatrando todos y cada uno de sus movimientos,adorando al profeta equivocado ante el espejo que refleja la crudeza de su malicia viva en latente enredo de la maraña que teje sus propias mentiras,versionadas a lenguas muertas,sedientas de rabia.
Venganza..., servida en propia puerta sin reconsiderar la idea de una mínina posibilidad de prórroga para tal plato de mal gusto.Supiera el cancionero aquellos versos que rimaran con ambiguedad e inquietud, inviables al azar de la rueda que gira la diosa fortuna sin punto y aparte.
Maldita sea la desolación que ahoga tristezas y llantos dispares del arco que atraviesa con aires de grandeza,acercándose al púlpito para desengeñar por tercera vez consecutiva;bienvenida sea la mano que porte el puñal que asesine todo aquello que perdió la inmaculada mariposa,visitándola de nuevo.
Reculando el argumento sin guión, escenificado entre bambalinas de un libro aún sin editar,esperando reescribir la sabia jamás holgazana.
Dies Irae...
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