Recordaré por siempre tus ocurrencias,nuestras cosas,lo efímero hecho pasión del Amor a una ciudad y sus costumbres milenarias.
Aquel cuaderno repleto de notas,pensamientos y otros cientos de tachones que dibujaban la crónica perfecta de una luz que permanece en el calendero a pesar de su desconsuelo; o el canto a la valentía de aquel cofre que encierra entre sus muros la valentía torera de un capote grana y oro para más señas de su inequívoca identidad.
Verde y blanca se tiñe el alma delante de sus amores;refugio de su alegría y penas inconfesables;Esperanza de un sueño acunado por la nana de una brisa que roza la gloria entre sus manos.Tus ojos,los suyos;pálpito de la verdad callada por la evidencia desnuda ante la realidad que la ampara.
Permíteme la licencia,querido amigo,de trasladar tu llamada sonora al ojo de el corazón inmaculado,perfumado del aroma florecido,único en su universo.
Vida desdibujada por el doloroso corte de una tragedia que el telón muestra antes de despedirse en silencio;prefería recordarte la enigmática sonrisa;mi lamento,llorón cual sauce no entiende de pausas ni finales,sólo sabe que dejaste a medias el cariño y admiración inconmesurable que te profesa tu pluma,amargamente huérfana y en soledad esperando que regrese aquel hombre que esculpió la palabra de un profeta en su tierra de Dios.
"¡Siempre de frente; a esta es!"
Mi pequeño homenaje;a tí Fernando.
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