Revelándose contra la falta de tacto hacia un colectivo que sufre las penurias de la imposición mayoritaria ante el patriarcado letal.En base a lo que llaman "sociedad",apelan al orgullo capital,marca indiscutible de la casa que retuerce la rabia contenida durante años.
Si frenara el tiempo,descubriría que la reflexión más sencilla es la clave para una mayor coherencia mentalizada ante el progresa lenta y adecuadamente que se empeña en diseñar en un universo paralelo y contrariado de sí mismo.
Observaría las horas,minutos y segundos que siempre escasean para tantas cosas por hacer y ninguna inacabada sin agotar el cansancio;desvelos nocturnos ante la enfermedad o preocupación;labores dentro y fuera del territorio que le impide ocupar su puesto natural y un largo etc le llevaría toda una infinidad de reproches a su conciencia envenenada por tal legión.
Superaría absurdos obstáculos que a su vista son imprescindibles;llamaría la concordía a una verdadera condena ante la maldita violencia que se tiñe de sangre inocente;la gente cantaría a la justicia el bolero perfecto sin miedos.
Regresaría el sosiego del aroma que acurruca entre sus brazos al amor a pecho descubierto,sin trampa ni cartón;sin más preámbulo que el del beso aspirante al deseo.
Ni las cicatrices de la piel que se dejó el alma en vida que permaneció en vilo y a oscuras,a la sombra alargada del desleal desigual ante su semejante,aquel que nunca amará al prójimo como a sí mismo.
Rasga sus vestiduras,arranca de cuajo la puñalada trapera que oxidada cuchilla entrampó al sueño de un nuevo día que pronto se cambiará de nombre para pasar a ser un futuro mejor y clamar al mundo con la mejor de tus sonrisas:
¡Felicidades!
Dedicado a todas las mujeres que día a día luchan sin horario determinado.
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