"Nuit reconnassaible en masquant leur vanité qui ont terni pensées terrifiantes".
Al releer una y otra vez aquella nota en su mesilla de noche,el llanto no podía reprimir las lágrimas que habitan en el cuarto oscuro del retorno indeseable pero a veces inevitable al olfalto de sahueso detectivesco que predomina su ser.Sabía que no daba por perdida la batalla iniciada en una campaña sin cuartel general al que adherirse,ni acudir a sitios que no corresponden.
Conducta y actitud reprobables chorreaban entre las paredes de aquella casa en la que merodea el melodrama más pragmático que otra cosa;cogía las riendas de un proyecto sin consulta ni cita previa con las urnas de su entorno más cercano.
Portazo;cerradura casi a ras de subsuelo;socabón cimentado esperando ser restituido,a ser posible antes de la última campanada que anuncie un nuevo decreto.
Desesperación del reparo por apurar sus últimas opciones a quemar todos los cartuchos con los que cuenta acometer tal acción propuesta por pura lógica matemática.Al sur de los peligros la imaginación estrecha lazos y manos con ficticios maniquíes, pretendientes de una inteligencia artifície de lo supérfluo.
Un viento traído de las profundidades del norte, apabuyante por el rebuelo que causa su soplo atronador,abrió de par en par el portal a un ecosistema hasta ahora inexplorado y desconocido para el efímero protagonista.
Bosque de hermosura predominantemente clásica-flamenca;riachuelos cristalinos de flores silvestres que campan a su parecer sin temor a represalias;abre paso el camino a un sendero oculto entre malezas espinosas,procurando apartarse con astucia para su retirada.
Fobias desvanecidas ante su fortuna promulgada por el oráculo;luces y blancos...
Un sólo proverbio.
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