Ante el reto insostenible de otro día más;soportando y callando la verdad silenciosa entre los rincones de aquellas cuatro paredes sin nombre.Escribían sus hojas camufladas en lágrimas de hierro forjado por el hombre reconvertido a bufón de un rey sin patronato,intentando enmascarar la vigilia de una aproximación indebida.
Gritos de socorro u auxilio eran la tónica habitual de aquel hilo de voz leve que aún denotaba su presencia para el pesar de su querida enemiga que viene a recordarle una vez más lo que parece infumable.
A vista del cielo,observaba cercana la letanía que enmudecía al contemplar tan dantesca escena;hemorragia infinita,ya anunciada por algunas profetas que no son de su huerta ni cosecha propia,precisamente a éstos últimos solía pasarles de largo la mano que mece la cuna del clasismo retrógado.
Cual polluelo sobrevolando el nido del cuco,captura la esencia;cortina de humo su apodo por antonomasia;ideales recogidos a la intemperie sin posición concertada.Rumbo a lo nunca antes,premeditación invicta de la alevosía;reconocimiento a una metáfora sin previa formulación del cuestonario que saca de su mesa de trabajo como cada día.
Interrumpió la palabrería barata,venida de el populismo absolutamente repudiado por sus adeptos para darle una lección que agoniza en la profunda alegoría de una Fe sin idiosincracia,decandencia del tacto con su maldecido corazón.
Procuraba por su bienestar única y exclusivamente en su beneficio de cara a la galería que pisa noche tras noche sin reconsiderar a la idea.Revolviéndose en su tumba la concordia hizo todo lo que estuvo a su alcanze por sortear cada uno de los obstáculos que anularan por completo su drástica decisión.
Llueve;menos cinco grados bajo cero;manos envueltas en guantes rasgados por etapas anteriores.
A la francesa...
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