viernes, 18 de marzo de 2016

Cruzadas intemperies

Recreando antiquísimos discursos para terminar como víctima de otra época no correspondida a sus inquietudes.Pudiente virtud es aquella que encarece lujurios y adopta posturas; filosofando entre nubes de humo del cigarro requemado repasa su trayectoria,convaleciente del ruido.

Estruendo del rum rum que merodea detrás del oído cotilleante;no importa qué clase de pregunta se le formule,hay respuestas coloquialmente ineptas para ratos de cotorreo.

Incertidumbre;repite para sí una y mil veces,y eso que fue quién sugirió la idea del creador,venido de tierra lejana a su ortodoxa izquierda y a una derecha tambaleándose por completo.Tirándose de la cabellera manojos de rastrojos inservibles para el público presente,representando a una minoría muy visible al gusto del paladar.

Lame las heridas destrozadas,sustituyéndolas por adopciones de un bendito dialecto despreciado anteriormente por pechas de otro calibre superior.

Empapado bajo la tormenta del siglo;le gustaba pasear y hablar en voz alta de sus cualidades cuantitativas y equivalencias del sector que manejaba a la perfección.

Consigo unas letras casi inlegibles,borradas al instante por el mojado recordatorio del santo al cielo equivocado.Quizás nunca sea como aquel Pullitzer que alcanzó el éxtasis del dardo envenenado de elogios a su persona, pero sí que aquella opereta humorística retornaría al contexto y hora exactas a cohesión de cualiciones surrealistas...

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Una mente maravillosa entre marabuntas.

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