Sigo tendiendo mi alma a la tuya sin esperar nada a cambio ; sigo empapando el corazón bajo la temblorosa lluvia que el tiempo dejó tras de sí ; gotas y lágrimas que raramente podían despedirse unas de otras ;debía la prisa correr hacia la luz que le daría la señal de que todo correría por su cuenta para crear el paisaje más extraordinario de cuales hubiera posado su vista cansada de mirar relojes sin manecilla que indicase el instante preciso en el que la caricia fuese una sola.
La mediocridad,dueña de un paraíso perdido en la vaga realidad que azota,huyendo como cobarde mediocre propiamente dicho sin considerar pros y contras del resto de los mortales.
Todo parece más sencillo desde la temerosa lejanía que divisa el momento en el que la valentía pisotee su orgullo propio.Misericordia de unos,maldad de otros tantos...
Estar a expensas de; el ciclo sigue su curso habitual tras el telón de espectador espectante.
Llegará la calma; la lluvia se irá sin beso de despedida,pues ya se encarga de no propiciarlo para evitar especulaciones construidas en su maquiavélica mentalidad.
A pesar de todo...
Aquí estoy.
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