Entra : aún chirrían los llantos de sangre ,palpitando en latidos a máxima velocidad;mientras veía a la fantasía pasearse por su casa creando falsas realidades sin perspectiva alguna,¿su único consuelo? La propia risa macabra de la acechante tendría la respuesta ante la paradójica ironía con pizcas de sarcasmo pizpireante.
Pícara estupidez quiso replegar entre su melancólico y estrepitósamente repujado repertorio metido en la única alforja que podría albergar tal circunstancia.
No era de escuchar oídos ajenos y los suyos propios ; prefería miradas en las que refugiar la ira del lamento. "Abre tu boca a la mía sin temor a besarme.Quizás halles el sosiego que se esconde de tí;huyendo sin un horizonte trazado e intentando reencontrarte a tí mismo."
Ni siquiera surtía el efecto deseado por la misma mientras sus mejillas sonrojadamente doloridas por la angustia la consumían por completo, camino de la incertidumbre más inquietate.
Amanecía ; rayos de sol por doquier entre aquel ventanal acristalado;testigo mudo de acontecimientos de diversa índole ; Dies Irae;perfecta delicia para disfrutar de la cálida estancia que tanto adoraba.
Puertas que abren y cierran etapas vitales ; olores que embriagan al más puro olfato ;murmullos del riachuelo cercano...,paz. De repente y sin apenas tiempo ,fue consciente de todo aquello que quedó en el cajón de la desmemoria.
Mientras el reloj marcaba las primeras horas de otro día veraniego, la buena nueva se acercó a estrechar sus brazos contra los suyos acaramelando el esbozo de una "inconversación " perfecta.
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