Siente el soplo del atardecer en la sien;la hora nonna concluyó su ruta,frecuentada por la creencia en aquello que parecía ser modernista de su andadura.
El hombre creó de la nada el terror a la hermosura del alma profundamente dormida por la calumnia;no sabía quién era el osado cobarde capaz de tejer entretelas de tal compleja magnitud.
Sonaba como de costumbre la melodía por excelencia;cualquier idiosincrasia es pura coincidencia si procurase sostener la falseta sin clave de sol:"maldito querer"...
Arañazo tras arañazo,rasgaba la vestidura de su debilidad sin más remedio que soportar la herida una vez más.
Existen abrazos que hielan la sangre con sólo oler su aroma;otros,erizan la piel hasta la inconsciencia obsoleta;y el más temido,definámoslo: oscuro; sin sombra ajena.
Prefiere callar ante la multitud para responder a los ojos del silencio,pulcro en repertorios equidistantes y respuestas concretas.
Meditando en el mutismo absorbido por un agujero negro sin vacío común,llégase a la resolución absuelta de pecado capital,permutando en el trienal mandamiento del absurdismo, inepto en su apogeo.
Haciendo gala de su caballerosidad,permitió cierta apología al incoformismo siendo desagrado del presente mismo.
Retumba en su recuerdo,la razón del no,constantemente en guardia,a la contra del peor ataque ideado por el odio.
Seduce la religión escogida por su madre patriarcal sin reproche;
Circunscribiendo al pensador,transgresor e idolatrado por generaciones que pasarán por alto...
Te necesito.
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