Compartiendo el mito de la leyenda urbana más agraciada para aquel contrayente,afortunado en la materia abstracta.
Acomódese el aplauso para evitar los dimes y diretes de la polémica venida de tiempos inmemoriales;esconderé a la cobardía para que no te pueda ver; echaré a volar los cinco sentidos de una canción sin estribillo final.
Buscaré de entre las neblinas la cordura necesaria para ajusticiar el calvario del justo suplicio según tus códigos.Negaré la mayor si es necesario para servir en bandeja de repujada orfebrería tu cabeza,repugnante en ideas de un manual de actitudes autodidactas para descarnar el alma.
Removiendo cajones desordenados de frases sin sentido del deber,obligado cumpliento u cualquier otro concepto de tí mismo.Suspicaz es el capaz de arrancar de cuajo la mugre que empaña a la felicidad del pequeño detalle que se transforma en un momento inolvidable.
Pronto bajarás del altar de ídolo falso e hipocondriaco,creedor de su infamia;cuando regreses al desierto pueril y terral,secado por la culpa,vendrás a mí;ya sabes dónde observarme...,
"Nunca más".
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